domingo, 7 de abril de 2013

Continuación primer capítulo Oscuro despertar (Segunda parte)


Esta parte es desde el punto de vista de alguien que ya iréis descubriendo quién es, pero comparte protagonismo con la chica que aparece en la primera parte. A parte de eso, no daré más pistas, jajaja.


Lo que tengo pensado es ir escribiendo los capítulos poquito a poco y no todos seguidos. Al final de cada capítulo, haré una recopilación y lo pondré todo entero en una entrada. Y ojo, porque puede que añada cosas que no estarán en las partes sueltas de los capítulos... Que añada o quite, según me parezca, jajaja. El caso es que creo que así podré escribir tranquila, sin dejarlo de lado. O eso espero.


Disfrutad. ;)


Por cierto, no sé si mantendré el título o lo cambiaré, no me convence mucho lo de "Oscuro despertar", jajaja. Depende de cómo se desarrolle el primer capítulo entero, ya veremos.


Ahora sí, gentecilla. ;) Aquí sigue:


Cualquiera que hubiera estado en mi lugar, en lo alto del Museo del Prado, no habría podido verla. Pero dado que yo no era un humano normal y corriente, sí pude distinguirla entre la gente y las sombras. Bajé la mirada hacia la chica que estaba delante mía y contuve mi aliento ante la visión de aquella muchacha empapada, con el rostro sonrojado y unos ojos llenos de furia e incertidumbre.

"Topillo. Se parece a un topillo".

No sé de dónde vino esa voz ni por qué lo dijo, pero el caso es que todo en aquella extraña chica me recordaba a eso. No parecía un gatito asustado ni nada por el estilo, se parecía a un precioso topillo cuyos ojos recorrieron todo el lugar hasta dar con mi posición en lo alto del tejado. Cuando fijó su vista en mi silueta, un brillo de reconocimiento cruzó su rostro. Pero tan pronto como vino, se fue, y no supe decir si fue verdad lo que en ellos había visto o si lo inventé. "Quizá sean imaginaciones tuyas, llevas meses siguiéndola sin descanso, estarás cansado y alucinando", me dije a mí mismo. No quedaba otra explicación, dado que ella no se podría haber dado cuenta... ¿O sí?

Me fijé más en su figura. Era una chica bajita (de ahí que mi subconsciente hubiera pensado ridículamente que se parecía a un topillo), con el pelo largo color chocolate, no era ni delgada ni gorda y sus ojos... Desde esa distancia no podía estar seguro, pero habría jurado que eran de un color violeta sorprendente... Y quise verlos desde cerca, quise ver cada detalle de esos ojos que atraparon mi pensamiento y lo encadenaron con finas cadenas invisibles que me atraían hacia aquella muchacha que había despertado en mi interior...

"¡No!", me grité a mí mismo. "Para, no puedes permitirte pensar en ella, los jefes la quieren. Su tiempo en este mundo ha terminado".

Así que me obligué a volverme frío como el hielo, no podía desperdiciar ningún pensamiento en aquella muchacha. Mis jefes querían que la observara unos meses y pasado el tiempo la llevara hasta ellos... Y ese tiempo había pasado. En realidad el plazo que me habían dado se cumplió unas semanas antes, pero no pude dejar de seguirla y fijarme en cada detalle de lo que habituaba a hacer...

Pero llegó un momento en el que no pude retrasar más el tiempo de llevarla conmigo. Mis jefes se habían cabreado por la demora y me habían dado un ultimátum: debía cogerla lo antes posible y llevármela...

Por eso me decidí a bajar y enfrentarla. En el momento en que estuve a sus espaldas, no pude evitar recorrer con un dedo la línea de su espalda. Ella se estremeció, pero ni se movió ni habló. Nada. Así que la rodeé decidido, seguro de que este trabajo no sería distinto a tantos otros que ya había hecho. Pero me equivocaba. Me equivoqué de tal forma que de ninguna manera podría haber previsto los acontecimientos que iba a causar una sola mirada, un solo roce, dos corazones... Que después de un instante de miedo y duda, empezarían a latir al mismo tiempo sin el consentimiento de sus dueños.

Para mí, el mundo podría haber acabado cuando miré las profundidades de esos ojos violetas. En ese momento podría haber pasado cualquier cosa, que nada me habría apartado de esa mirada. Me hizo preso de una forma que me dio miedo pararme a pensar, tensó las finas cadenas que desde las alturas ya había amarrado en mí...

Los humanos solían decir que los ojos son el espejo del alma... Y después de siglos dándole vueltas a esas palabras, logré entenderlas. Sus ojos hablaban, tenían voz propia. Me contaban que la chica estaba sorprendida, asustada, enfadada... Hipnotizada. Vi que estaba pasando por lo mismo que yo. Ella también estaba experimentando cómo se unían esas cadenas invisibles que nos condenaban a ambos... Pero la pregunta era... ¿Sería una dulce condena? O, por el contrario, ¿sería el fin de ambos?


Espero que os haya gustado.  :D

2 comentarios:

  1. Me pregunto qué será el chico si no es humano... Aunque con los ojos azules, me da igual lo que sea, a mí ya me ha consquistado jajaja
    Me alegra ver que hayas decidido continuarla. Seguiré atenta a más capítulos!:)

    Un abrazo,
    Nimue

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    Respuestas
    1. Primero, gracias por leerme :)
      Segundo... Ojalá te lo pudiera contar, pero rompería el misterio de lo que tengo preparado, jajaja. Sólo te diré que te fijes un poquito en los detalles de lo que llevo escrito, porque más o menos lo deja un poquito en el aire, pero lo va introduciendo... A ver si a la hora de escribirlo soy capaz de hacer que todo quede en su sitio, jajaja. Y sí, esos ojos azules... Les espera mucho a esos ojitos que ya te han conquistado ;)
      Me está gustado y tengo muchas ideas, por eso la continuo, gracias de nuevo por leerlo, dentro de poco subiré más :)

      Un besito.

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